Jueves 4 de Junio, 9.30 pm, las mesitas de Cafe Vinilo decoradas con velas y lindos señaladores de colores, con letras de canciones de Ceci Mendez. Las conversaciones del público se van apagando, mientras van entrando los músicos a un escenario con tiras coloridas, que alumbran el telón de fondo negro. Juan Clemente se acomoda en el despliegue de su batería, Charly Arana, en una banqueta con su guitarra, Julia Subatín abraza su contrabajo, Diego Suarez, prepara su flauta traversa y Emiliano Di Nardo se sienta al borde del piano de media cola. Entra Ceci a cantar la historia de un errante y se empiezan a enlazar las Canciones fugaces. Georgina Hassan se suma con su voz grande y dulce a Décimas por la ventanilla, después Mariano Heler, a hacer un delicado dúo de guitarra y voz, y por último Raimundo Rosales, que emociona a todos por ser él y por recitar su poema Tres o cuatro cosas. La música fluye mientras Juan Moreno se ocupa de que todo suene en su lugar y Florencia Meluso disfruta y descansa, después de su trabajo de producción y prensa.

Se siente a un público cálido y atento, formado por amigos de la vida, amigos músicos, amigos que corren la voz y familiares incondicionales. Está también por ahí Rafael Villazón, escuchando sonar los arreglos que creó hace ya más de un año, cuando empezaba la producción de este disco que ahora se presenta; junto con los que compusieron y/o grabaron algunos de los temas.

Es el momento de celebrar el trabajo artístico, celebrar a toda la gente que aparece en el camino, que apoya, acompaña, da consejos y escucha. Es el momento de disfrutar de cada sonido y de las buenas vibraciones que surgen cuando se junta un grupo de músicos comprometidos con lo que hacen y lo que aman. Y de agradecer a la vida. Y así juntar fuerzas para seguir andando, derecho o en diagonales, por este lindo camino musical.

Thursday, June 4th, 9:30 pm, Cafe Vinilo’s tables are decorated with candles and cute bookmarks with lyrics by Ceci Mendez. The public conversations fade away, while the musicians are entering a stage which has colorful strips illuminating the black backdrop. Juan Clemente settles to the display of his drums, Charly Arana, sits on a stool with his guitar, Julia Subatín embraces her acoustic bass, Diego Suarez, prepares his flute and Emiliano Di Nardo sits on the edge of the grand piano. Ceci enters to sing the story of an errant and begins to link the Canciones fugaces. Georgina Hassan joins with her big, sweet voice, to sing Décimas por la ventanilla, then Mariano Heler, makes a delicate duet of guitar and vocals, and finally Raimundo Rosales touches everyone’s heart with his poem Tres o cuatro cosas (Three or four things). The music flows while Juan Moreno makes everything sound in place and Florencia Meluso enjoys and relaxes after her production and press work.

The audience feels warm and attentive. It is formed by friends of life, fellow musicians, friends who spread the word and unconditional family. Rafael Villazón is also around, listening to the arrangements he created over a year ago, when the production of this album, now presented, began; along with those who wrote and/or recorded some of the songs.

It’s time to celebrate the artistic work, celebrate all the people who appear in the way, supporting, accompanying, providing advices and listening. It’s time to enjoy every sound and good vibrations that arise when a group of musicians, committed to what they do and love, play together. Time to thank life, and gather strengths to keep on going through this beautiful musical way.